EMPEZAR LA CASA POR DONDE TOCA.
En la construcción, bien sea de obra civil, edificación o naves agrícolas e industriales, cada obra, comienza su ejecución por la excavación, es el primer paso que da comienzo a la obra.
Seguramente sea la fase menos vistosa cuando la obra concluya, pero como todos los comienzos, tiene su dificultad y su importancia, ya que un buen comienzo da lugar a mejores resultados y evita problemas en las siguientes fases de la construcción.
En la construcción de un edificio de viviendas, una casa unifamiliar o cualquier tipo de nave, la excavación está compuesta por una serie de plataformas a diferente cota, dependiendo de la orografía, dónde se ubique la construcción y de la forma que el arquitecto o ingeniero le haya dado a la misma. En la siguiente imagen se muestra un plano de las plataformas de excavación de una vivienda unifamiliar, cada color corresponde a una cota de excavación diferente.
La excavación en obras lineales, como puede ser la de una zanja para canalización de cualquier tipo de servicio, rampas de acceso, viales, carreteras, autopistas o líneas férreas, sigue el mismo principio de buscar una cota de excavación, pero en estos casos no suele ser uniforme si no que busca una pendiente, bien para caída del agua, para adaptarse a viales o al terreno, y la cantidad de material a retirar (o a añadir) puede variar mucho según avance en el recorrido.
Cuando la excavación se produce en el fondo del mar o de un río se denomina “dragado”, y como es obvio el mecanismo de marcado, como el de extracción de material es completamente diferente.
Las funciones principales que tiene la topografía en esta fase son las siguientes:
- Llevar sobre el terreno la planimetría de las plataformas que definen la excavación. En terrenos que lo permitan, que suelen ser la mayoría, esto se realiza con estacas que se pintan de colores vistosos para que sean visibles por los operarios de las excavadoras.
- En altimetría hay que comprobar y trasladar si es preciso el plano comparativo que tiene el proyecto con respecto al sistema que use el topógrafo.
- Para llegar a la cota de excavación, el topógrafo le deja escrito al excavador en cada estaca la distancia que falta hasta llegar a la cota definida por el proyecto, siempre desde la cabeza de estaca o desde la marca que convengan los profesionales entre ellos.
- Según avance la excavación, comprobar que la cota se alcance de la forma más precisa posible y que las plataformas queden definidas en su forma como marca el proyecto.
En Grupo Trato además, en esta primera fase de la obra, realizamos una serie de comprobaciones que evitan problemas futuros, ahorran tiempo y dinero, como son:
- Comprobar si existe la sobrexcavación necesaria para la construcción de muros a doble cara en la fase constructiva.
- Comprobar el encaje de la obra dentro de la parcela, que los límites de la misma estén bien definidos y que la futura obra cumpla con la normativa de los planes urbanísticos de cada municipio.
- Nos encargamos de dejar referencias de cota en la parcela que permitan al excavador orientarse si pierde alguna estaca o marca dejada previamente.
Como función final de la topografía para finalizar esta fase está el cálculo del movimiento de tierras realizado, para ello se realiza la medición de la excavación tal cual ha quedado sobre el terreno y se compara con la medición que se hizo del terreno natural antes del comienzo de los trabajos, de esta manera se obtiene un dato muy preciso que permite evitar malentendidos entre las empresas que intervienen en el proceso constructivo. La siguiente imagen es la representación de la excavación finalizada de la imagen anterior, mediante curvas de nivel:
A continuación se muestran algunas de las excavaciones finalizadas realizadas por Grupo Trato:
Ana Mugarza Asensio.
Ingeniera técnica en topografía.
Ingeniera en geodesia y cartografía.